En la Junta de Andalucía han esperado hasta primera hora de la mañana para dar a conocer los servicios mínimos para la huelga, que ha fijado la Viceconsejería de Economía, que es la autoridad laboral competente. Se establece que el servicio de recogida de basuras y de limpieza funcione al 65 por ciento en el centro histórico y al 40 por ciento en el resto de la ciudad. Los trabajos de recogida de residuos y la limpieza viaria tendrán que ser del cien por cien en hospitales, centros de salud, residencias de mayores, centros educativos, mercados y mercadillos, incluyendo Mercamálaga. Además, habrá que extremar la limpieza en los alrededores de los contenedores, lonjas municipales y mataderos. Según el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, así se respetan el derecho a la huelga y el derecho de los ciudadanos a recibir un servicio básico como el de la limpieza. Hay que recordar que el Ayuntamiento pedía el cien por cien de servicios mínimos en el centro y del 85 por ciento en el resto de la ciudad durante la Navidad; el comité de empresa pedía solo el cinco por ciento. El Ayuntamiento ha aceptado los servicios mínimos; al comité le parecen excesivos. Las nueve de esta noche. Es la hora límite para que los responsables de empresa y sindicatos de Limasa alcancen un acuerdo que evite la huelga indefinida de basuras que hay convocada en Málaga a partir de la próxima medianoche. Se van a apurar los plazos con reuniones de ultimísima hora, pero lo cierto es que las cosas están muy complicadas. Sobre todo tras el fracaso de la negociación que han mantenido ambas partes durante la pasada madrugada en el Ayuntamiento, nueve horas de reunión que finalizaba poco antes de las seis y media de la mañana sin ese acuerdo que evite el ERTE en Limasa y la huelga de basuras. En ese encuentro, la empresa ha lanzado una nueva propuesta económica: no tocar la antigüedad ni el llamado plus complementario y eliminar únicamente la paga de productividad que se cobra en enero y que el año que viene superaría los 1.100 euros, y la cesta de Navidad, que son 68 euros por trabajador (según el alcalde, las medidas supondrían una rebaja de ingresos de dos euros al día por trabajador). Son medidas que se aplicarían en 2014; la empresa quería cerrar un acuerdo hasta finales de 2016, pero ha cedido en este punto con la intención de retomar la negociación del convenio colectivo en junio de 2015, tras las elecciones municipales. Pero el comité no ha aceptado. Ellos proponen renunciar a la mitad de la paga de productividad, congelar salarios y renunciar a trabajar los festivos. Con la última propuesta de la empresa, Limasa no alcanzaría el ahorro económico necesario, pero dice el alcalde, Francisco de la Torre, que han cedido en un esfuerzo por alcanzar el acercamiento.