Ante el inicio de su temporada, el torero madrileño ha declarado que, "aunque algunos proyectos anteriores han fracasado, tenemos que seguir insistiendo para aportarle cosas al toreo. Las figuras no tenemos que limitarnos sólo a torear y a ganar dinero, sino que debemos abanderar y guiar los cambios que este espectáculo necesita. Yo voy a seguir trabajando en ello, con o sin compañía". El Juli ultima estos días la acelerada recuperación de la fractura del radio del brazo izquierdo que sufrió hace apenas un mes en un accidente de tráfico, del que salieron ilesos su mujer y sus dos hijos gemelos, en el que asegura que ha sido el peor momento de su vida. "Fue dramático -reconoce- y muy desagradable, por todo lo que pudo haber pasado, por ese sentimiento de culpa y de responsabilidad que tuve en esos instantes de miedo y de nerviosismo. Pero, afortunadamente, yo fui el único que pagó las consecuencias". Una vez recuperado de la lesión -"el brazo, con los tornillos y las placas, no ha soldado al cien por cien pero sí lo suficiente para poder torear"- Julián López se vestirá de luces este sábado en la plaza de Olivenza (Badajoz).El Juli ha estado también presente en todas las citas en las que se han tratado asuntos decisivos para la fiesta de los toros durante las últimas semanas. El torero estuvo en el Congreso de los Diputados el pasado 12 de febrero, día en el que el pleno admitió a trámite una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que persigue declarar la fiesta Bien de Interés Cultural, y esta misma semana en la presentación de un informe del Ministerio de Cultura sobre el futuro de la tauromaquia. Además, El Juli ha asistido a diferentes asambleas profesionales en las que se ha debatido la negociación de un nuevo convenio colectivo con las empresas. "Es que creo que es mi obligación -considera el diestro madrileño-, porque hay que ser testigo y parte de todos esos momentos tan importantes. La ILP es un proyecto que deriva de aquello que conseguimos algunos toreros hace dos años: el traspaso de competencias taurinas del Ministerio de Interior al de Cultura". El informe, por otra parte, "tiene cosas muy interesantes. Pero, más que eso, yo destacaría el hecho de que el Ministerio se involucre en este espectáculo. Parece que es consciente, de una vez, de las dificultades por las que atravesamos", añade. En cuanto a las relaciones laborales y los conflictos que puede generar la falta de acuerdos entre toreros, subalternos y empresas, El Juli estima que, "aunque no es buen momento para echar leña al fuego, no podemos -afirma- desproteger a los nuevos toreros y a las bases profesionales. Las figuras no tenemos problemas de ese tipo, pero otros compañeros sí que los tienen y tenemos que ayudarles a defender su dignidad". Una vez inicie campaña mañana en Olivenza, El Juli volverá a torear en plazas mexicanas, para regresar de inmediato a España y afrontar su gesto de matar la corrida de Miura en la feria de Sevilla. "Es algo que me apetece mucho -añade-. El marco para hacerlo es perfecto, porque la afición sevillana sabe valorar muy bien la lidia de esos toros. Y quiero que sea un hito en mi trayectoria, algo que me haga sentirme orgulloso. Les tengo un enorme respeto a los compañeros que matan las corridas de esta ganadería tan compleja, y además con tanta frecuencia y con ese dominio". En cuanto al resto de su temporada española, Julián López calcula que "no pasará de 35 corridas, no muchas, pero con la intención de hacer cosas especiales y diferentes, como matar toros del gusto del público más exigente. Quiero liderar mi carrera y ser dueño de mis acciones. Y por eso voy a apoyar a algunas empresas concretas, gente que hace las cosas bien y que de verdad trabaja para el futuro", concluye.