Ambas víctimas eran personas bastante conocidas en la localidad. Él era taxista jubilado y ella, trabajadora de una empresa del Ayuntamiento que ofrece servicios sociales. De hecho, trabajaba por horas en la casa donde ayer al mediodía se producía el suceso, como cuidadora de la anciana enferma, como prestación por la Ley de Dependencia. La joven vivía con su pareja y sus dos hijos pequeños en una urbanización a las afueras de Ronda. Los hechos ocurrían ayer pasado el mediodía. Una vecina dio el aviso a los servicios de emergencia y los agentes encontraron los cadáveres al entrar en la vivienda; el del hombre con un disparo en el pecho y el de la chica, en la espalda. El arma homicida es una escopeta que tenía el supuesto agresor en casa ya que era aficionado a la caza. La esposa del fallecido, que fue encontrada postrada en la cama, tuvo que ser trasladada de inmediato al Hospital Comarcal de Ronda para ser atendida por una crisis de ansiedad.