Tarde de recuerdos, de tauromaquias pasadas que no olvidadas. De toreo clásico y eterno. Tarde de José Miguel Arroyo 'Joselito', que enloqueció a los tendidos de Istres en una demostración de que quien tuvo, retuvo. ¡Vaya si retuvo!Porque el maestro madrileño dio un recital de toreo de principio a fin, más allá de orejas, rabos y estadísticas. Joselito enamoró a Istres con su poso de torero añejo y clásico.Su primera faena supuso el reencuentro con su toreo. Faena templada, bajo los sones del Himno del Amor de Edith Piaff. Toreo relajado, de limpio trazo por ambos pitones. No mató hasta el tercer encuentro, pero ahí cayeron las dos primeras orejas.Después llegó el cuarto y el Concierto de Aranjuez como acompañamiento musical. Toreo roto de cintura, de compás y templanza. Joselito en estado puro. El trazo, en redondo, con una naturalidad innata. Y la estocada, marca de la casa. Se desató la locura y se concedieron los máximos trofeos.Morante de la Puebla vio como su primero echaba el cierre rápido. Después, con el quinto pudo desquitarse en parte. Mientras el toro duró, el sevillano toreó con su estética habitual. La oreja compensó su esfuerzo.Tomaba la alternativa el galo Cayetano Ortiz y lo hizo cortando una oreja al toro de la ceremonia. Un sobrero al que Ortiz toreó con buen concepto al natural. El sexto sacó movilidad. Cayetano hizo una faena de mano baja pero que no tuvo buen colofón con el acero. La espada viajó baja y se esfumó con ello la posibilidad del trofeo. FICHA DEL FESTEJO Istres (Francia), domingo 15 de junio de 2014. Lleno de 'No hay billetes'. Toros -el primero como sobrero- de Garcigrande-Domingo Hernández, de justa presentación pero de juego noble y colaborador en conjunto. Joselito, dos orejas y dos orejas y rabo. Morante de la Puebla, palmas y oreja. Cayetano Ortiz, que tomaba la alternativa, oreja y silencio tras aviso. Joselito vuelve a lo grande