El matador de toros José Miguel Arroyo "Joselito", que reapareció este domingo en la plaza francesa de Istres, se ratificaba después de la corrida en su decisión de no volver a vestirse de luces al asegurar que ha "saboreado" los que serán sus "últimos muletazos ante el público""He disfrutado mucho toda la tarde -explicó- porque desde que decidí torear esta corrida puntual soñaba con que todo pudiera salir así. El sueño se ha hecho realidad y he tenido unas sensaciones preciosas en mi reencuentro con el público".En cuanto al hecho de que la banda de música tocara durante sus faenas una canción de Edith Piaff y el "Concierto de Aranjuez", en vez de pasodobles, el diestro lo considera "algo precioso, porque la Piaff es mi cantante preferida y esas notas me han hecho sentirme aún mejor, con ese ambiente nostálgico que va con mi personalidad".Pero, a pesar del gran triunfo, Joselito no se deja llevar por la euforia del momento, ya que tiene claro que "todo en la tarde" ha estado a su favor, "desde los dos buenos toros que me han tocado hasta el público, que estaba entregado de antemano conmigo. No soy tan tonto como para creerme que por una tarde así estoy ahora al nivel de las máximas figuras del momento"."Eso sí, me voy de Istres -añade el madrileño- encantado de haber disfrutado tanto y de que la gente también haya disfrutado conmigo. He estado muy relajado y he toreado muy terrenal, muy enganchado al suelo y dejándome llevar con la cintura y las muñecas hasta donde podía, entregado"."Además, esas cuatro orejas y rabo que he cortado son el mejor resultado posible para cerrar mi carrera de una vez. No quiero tentar a la suerte con otra corrida más por si la cago. Es el mejor recuerdo que me puedo llevar para el resto de mi vida", finalizó Joselito.