El calvario de Óscar Sánchez, conocido como el “lavacoches” de la localidad catalana de Montgat, comenzó en el año 2002, cuando le robaron el DNI. Entonces, no le dio importancia, pero ocho años después la Guardia Civil se presentó en su casa con una orden de extradición de Italia. Al parecer, le acusaban de ser un capo de la mafia y de dirigir una importante red de narcotráfico entre España e Italia. Fue juzgado en Nápoles y condenado a 14 años de prisión. Gracias a El Periódico de Catalunya, que dio a conocer la historia de Óscar y las contradicciones del caso, la policía española puso en marcha una investigación en la que se concluyó que el lavacoches de Montgat había sufrido una suplantación de identidad por parte de Marcelo Roberto Marín, un mafioso uruguayo detenido en España por orden de un juzgado de instrucción de Telde, en la isla de Gran Canaria.