“Este implante lo que hace es estimular directamente el nervio auditivo a través de unas señales eléctricas que se encargan de transmitir esa información codificada al cerebro", ha explicado el doctor Alvaro Urdiales.

Esta avanzada tecnología permite recuperar la audición. Personas que no sabían hablar empiezan a hacerlo incluso en dos idiomas, pero tiene un gran inconveniente, el alto coste de las reparaciones.

Fran Parra, de 7 años, tuvo que someterse a un implante coclear a los poco meses de nacer, pero desde hace meses no puede escuchar debido a una avería en el aparato. Su madre, María Navarrete ha asegurado en los micrófonos de COPE que cuando supieron que su hijo podría volver a oír, vieron la luz.

El nivel de audición de fran era de 100 decibelios. “El nivel normal en donde empezamos a oír es de entre 30 y 40 decibelios, cuando está por debajo de 100 es sordera total”, ha lamentado María.

El mantenimiento de este aparato tiene un coste muy alto. Como bien ha explicado la madre de Fran “el problema que hay es que el primer implante lo paga la Seguridad Social, pero luego cuando se acaban los tres años de garantía todo el mantenimiento pasa a ser cargo de la familia”.

Tras varios sin meses, felizmente Fran ha vuelto a oír, pero su madre ha hecho hincapié en la falta de medios que hay en nuestro país para este tipo de deficiencias. “La situación es grave, que en un hospital de referencia no haya nadie cubriendo la plaza del especialista que lleva este tema que está de vacaciones me parece indignarte”.

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