Blanco, que ha asistido en Coaña al acto central de los 25 años del hospital, ha destacado que este desempeña un papel muy importante dentro de la red sanitaria pública asturiana y le ha augurado un futuro próspero, con “muchos y buenos servicios que prestar a la población del occidente”. Todo ello, ha dicho, desde el impulso a un modelo de trabajo interconectado que da soporte al conocimiento, descentraliza la atención y garantiza la provisión de servicios donde la gente vive o trabaja. El consejero se ha referido a la apuesta que los sucesivos gobiernos socialistas han hecho por el centro y que se ha traducido, por ejemplo, en la adquisición en 2012 de un equipo de Tomografía Axial Computarizada (TAC) de 16 cortes, en la incorporación el año pasado de la última versión del programa informático Selene, que da soporte a la historia clínica, y en una serie de obras de mejora en doce centros de salud y una reforma integral de las cocinas del hospital en la que el Principado invirtió, incluida la adquisición de material sanitario, casi medio millón de euros. No obstante, el titular de Sanidad ha insistido en que “las buenas organizaciones nunca son obra de un gobierno, una tecnología o la más cuantiosa de las inversiones”. Por el contrario, ha defendido que “lo que realmente da vida a un hospital es el conocimiento, la ilusión, el compromiso, las ganas de trabajar para seguir mejorando y el trato humano al paciente”. Por último, ha manifestado que la puesta en marcha de un hospital es un momento generalmente único en la vida de un profesional. En este sentido, ha agradecido la dedicación, la entrega y el compromiso de los primeros 280 trabajadores de Jarrio, que afrontaron el reto de aquel primer día con la ilusión y la curiosidad de quien siente la organización como algo propio.