Con las primeras dunas de esa arena que se tragan las ruedas de las bicicletas a la vista, y un poblado a cuestas aplaudiendo a cada uno de los casi 350 supervivientes de esta Titan Desert, Roberto Heras, el cuatro veces campeón de esta prueba, acabó con sus esperanzas de hacer repoker. Una caída en el kilómetro 66 le provocó una fractura de clavícula y inmediata retirada. “Es una pena tener que dejarlo en ese momento tan clave de la etapa y la Titan. Me duele mucho”, dijo Heras. El bejarano intuía ya esas dunas que podían ponerle en ventaja sobre Luis Leao Pinto, que vivirá de rentas desde la primera etapa. Ganó la etapa Julen Zubero, fiel escudero de Heras en el equipo Gaes que a partir de ahora va a poder volar más alto y sin las lógicas ataduras que provoca tener a Robert Heras de jefe de filas. Once horas era el tiempo máximo para cumplir con los 130 kilómetros de esta etapa maratón, la más larga de esta carrera. A su llegada, como un rosario, fueron llegando corredores con síntomas de cansancio extremo. Atrás dejamos el clima apacible y el viento reparador del Gran Atlas. Ahora, ya en la planicie, y con el viento de cara en los 40 últimos kilómetros de espesa arena, solamente alcanzar la meta es una heroicidad. En Tagueroumt descansará hoy la prueba. En sus haimas no se puede hablar por teléfono y ni siquiera el maltrecho wifi podrá saciar las ganas de fútbol de este pelotón ciclista. ¿Se podrá ver el Real Madrid-Borussia? Ahora mismo no tenemos ni media opción… aunque dice Roberto Palomar que lo va a intentar.