El calcio, el Omega 3, los oligoelementos, todo ellos se encuentran en la composición de este tipo de alimentos. ¿Cómo se consiguen? ¿Por qué una leche es rica en calcio y otra no? ¿Para que sirven? ¿Qué regulación hay al respecto?

“Hay algunas cosas que son efectivas y otras no tanto”, advierte el experto en ciencia Jorge Alcalde. “La legislación es muy rigurosa desde finales del año pasado cuando la Agencia Europea de Seguridad Alimentario introdujo una nueva legislación que obligaba a todos los productores a que lo que decían en su etiqueta tuviera detrás una soporte científico”.

“Las autoridades decidieron poner limite y desde hace meses todo lo que parece en la etiqueta tiene que tener, en teoría, un aval científico”, explica el también director de QUO en La Mañana.

Desde ese momento, esta agencia recibió “44 mil solicitudes de cosas de las que sólo se aceptaron 200”. Pero quien hace la ley hace la trampa. “Desde esta nueva ley no se puede decir que un alimento baja el colesterol pero se puede introducir alguna sustancia que esté demostrado que sea buena para el colesterol. Es la trampa del asterisco. Son técnicas de marketing”.

“Malas practicas ha habido en toda la producción alimentaria y se han detectado. Ha habido casos de enriquecimiento en exceso que se han corregido. La seguridad alimentaría en España está al primer nivel del mundo. No hay ninguna duda de que lo comemos es sano y que lo que pone en las etiquetas es correcto, salvo excepciones”.


Lo que está claro, advierte Alcalde es que hay que mirar la letra  pequeña de la etiqueta que es lo que realmente funciona a la hora de valorar un alimento”.

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