El ex atleta Yago Lamela, de 36 años, ha sido hallado muerto este jueves. El que fuera subcampeón mundial de salto de longitud y plusmarquista europeo durante 10 años había atravesado numerosos periodos de depresión y había estado hospitalizado por problemas psiquiátricos.AUDIO: Escucha la entrevista a Yago Lamela, en El Partido de las 12, donde reconocía que ya no se encontraba bien (14-06-2011)El exsaltador de longitud Yago Lamela, de 36 años, ha fallecido en su vivienda en Avilés, donde ha sido encontrado el cuerpo sin vida del atleta. El cadáver de Lamela ha sido hallado en el domicilio de sus padres en la ciudad avilesina, en la que vivía el atleta, que tras concluir su carrera deportiva atravesó algunos problemas psicológicos, que le obligaron a una corta estancia internado en la unidad de Psiquiatría del Hospital San Agustín. El olímpico asturiano fue subcampeón del mundo en tres ocasiones -con una marca de 8,56 metros en dos de ellas tanto en pista cubierta como al aire libre- y medalla de bronce en el Mundial de París en 2003. El entrenador Juanjo Azpeitia, con el que ha logrado sus mejores resultados Yago Lamela, se ha referido al atleta, en declaraciones a Efe, como "un monstruo de la naturaleza", que fue "capaz de ponerle los pelos de punta al cubano Iván Pedroso". El director de la Escuela de Medicina del Deporte de la Universidad de Oviedo, Miguel del Valle, ha dicho que la muerte del atleta Yago Lamela, del que fue su médico, "entristece profundamente" al deporte, del que fue uno de los mejores atletas españoles, y el mejor saltador de todos los tiempos. Ha subrayado que "siempre fue un paciente muy bueno" al que una lesión "grave" de rodilla y un esguince "importante" condicionaron parte de su carrera, en la que "las lesiones marcaron la última etapa de la misma". "Era un hombre ganador", ha apuntado Del Valle, que ha afirmado que Lamela "cuando no llegaba a tener un rendimiento que consideraba óptimo, prefirió no competir" "Fue un gran deportista y una gran persona", ha concluido el médico al recordar al saltador, que al terminar su vida deportiva "pudo sentir que se le había acabado lo que había sido su mundo, centrado en el atletismo".