Se llama Haajara y lleva un mes sin hablar con su familia. Desde aquel desgraciado mes de abril,  vive de un lado a otro, sin residencia física, siempre con gafas de sol,  un nombre falso y un tremendo miedo. Este fin de semana ha estado en España y ha contado su historia.

Haajara ha recordado que  prefería  morir intentando escapar que vivir bajo el yugo de Boko Haram. “Cuando estábamos en la escuela, el director nos advertía de que si un día nos secuestraban no debíamos separarnos, ni intentar huir”, cuenta esta joven que quier continuar con sus estudios para ser abogada y evitar que esta tremenda situación se repita.

Además ha pedido una oración por su familia de la que nada sabe desde hace un mes. “Mi pueblo fue atacado y ahora no se donde están”.  

Su historia y la de sus compañeras de colegios dio la vuelta al mundo. Se creó el movimiento “Bring back our girls”. Haajara critica que esta campaña mundial se haya esfumado. “Es como si no hubiera ocurrido”, lamenta.

 

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Haajara, la niña que escapó de Boko Haram