La actuación de la Guardia Civil se inició a raíz de una llamada telefónica al Cuartel de la Guardia Civil de Vilafranca del Cid, donde una persona informaba que en un descampado contiguo a un local de su propiedad había encontrado lo que parecía un proyectil en la población de Vllafranca del Cid. Inmediatamente se desplazaron al lugar los especialistas en desactivación de explosivos. Cuando llegaron los agentes comprobaron que se trataba de un artefacto explosivo de la pasada Guerra Civil del calibre 75. Los especialistas en desactivación de explosivos de la Guardia Civil procedieron a su destrucción controlada.