”La película es cursi, tiende al exceso visual, un poco barroca”, asegura el experto en cine Jerónimo José Martín. Una cinta que la propia familia Grimaldi considera una ficción "que nunca debió existir".

"Lo entiendo, son su padre y su madre. Entiendo la protección. Es extraño, es lo que es", pero "el trabajo se hizo con amor" y respetando "la historia de amor de sus padres", explicaba Kidman a propósito de la cólera vertida en la prensa por Estefanía de Mónaco.

El resultado tampoco ha convencido a la prensa y a la crítica del festival, que no se dejó seducir por los ligeros golpes de humor y por los baños de masas, clases de francés y lecciones de protocolo de la princesa, rodada en a menudo en plano corto y con guiños a los fotogramas de Hitchcock.

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