Emiliano García Page ha hecho estas declaraciones a los periodistas tras asistir a un desayuno informativo del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, un día después de que la dirección federal decidiera votar hoy en contra del derecho a decidir, mientras que los 14 diputados del PSC en el Congreso votarán a favor. "Hay que trabajar por intentar que no se rompan más puentes, pero tampoco podemos descartarlo en este momento", ha afirmado, antes de señalar que hay que trabajar para "evitar" que el PSC "aporte más confusión todavía a la que políticamente ya hay en Cataluña". García Page ha apostado por hacer "planteamientos razonables" y por "no alterarse ni perder los nervios" sino "hacer las cosas hablando". "El PSOE a nivel federal tiene que hablar con el PSC, hay que cerrar un planteamiento con perspectivas, sabiendo que lo que pasa en Cataluña exige mover ficha", ha añadido. "No podemos quedarnos inmóviles. Pero otra cosa es romper las reglas del juego. Cuando se rompen hay consecuencias", ha matizado. García Page ha negado que esa situación con el PSC se deba a una supuesta debilidad por parte de Rubalcaba sino que pone de manifiesto, a su juicio, "la confusión política que ha conseguido introducir el nacionalismo catalán en el conjunto de las fuerzas políticas, que también contaminó a algunos dirigentes del PSC". Por su parte, el líder del PSOE en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha insistido en que si el PSOE y el PSC votan por separado en el Congreso "fue bonito mientras duró". Ha señalado que en este momento no se puede descartar nada en las relaciones entre el PSOE y el PSC y que "es posible que se acabe en acuerdo o desacuerdo". Fernández Vara ha apuntado que el 90 por ciento de los militantes socialistas no entiende esta situación y que su obligación es ser "muy leal" con el partido pero también con los militantes. "Hay que sentarse y revisar el acuerdo" entre el PSOE y el PSC, ha subrayado.