Muy comedido en sus palabras, Joselito ha reconocido que "estuvo la cosa entretenida. Yo disfruté mucho toda la tarde, lo pasé bien e hice cosas para estar muy a gusto".

Sin embargo, el diestro madrileño dejó claro que la de Istres ha sido su última tarde vestido de luces en su carrera: "La gente quiere que vuelva. Lo importante en la vida es que la gente tenga ilusiones, y que sigan con ella..."

Durante su actuación, Joselito brindó su segunda faena a Morante de la Puebla, el artífice de que ayer domingo actuase en Istres. "Primero le profesé mi admiración y respeto -confesó Joselito a Buruaga- y después,que yo estaba allí por él, por su idea. Yo se lo agradecí porque viví cosas que hace tiempo que no vivía".

El torero de la calle Montesa reconoció que durante estos días ha vivido sensaciones que hacía tiempo que no tenía: "Fue una reaparición inenarrable. Las muestras de cariño de la gente, de respeto... y la gente que vino a verme. Gente que llegó desde Inglaterra, de Brasil...", finalizó Joselito.

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