La fiscal Anticorrupción, Laura Pellón, ha achacado al expresidente del Govern, Jaume Matas, la decisión de contratar sin procedimiento administrativo a los arquitectos del Palma Arena, lo que culminó en el despropósito de "un macroproyecto en el que se invirtieron millones de presupuesto público".

En la última jornada del juicio en la Audiencia de Palma por la contratación de los arquitectos del velódromo, la fiscal ha pedido una condena de 3 años de prisión para Matas por delitos continuados de fraude a la administración y prevaricación.

Para el ex director general de Deportes, Jose Luis "Pepote" Ballester, solicita 6 meses de prisión a sustituir por multa de 1.080 euros, por los mismos delitos, al tener en cuenta la atenuante de colaboración con la Justicia por confesión.

Además solicita que ambos aporten una responsabilidad civil de 685.293 euros (en un 95 % Matas y el 5 % restante Ballester).

Según la fiscal, para construir el velódromo "se produjo un concierto y se utilizó un artificio a propósito" para eludir deliberadamente las normas del procedimiento administrativo de contratación e "imponer una voluntad decisoria" del principal acusado, Matas, que "se sirvió y utilizó como órgano ejecutor de sus decisiones al señor Ballester".

La fiscal ha recordado que en su declaración ante el tribunal Matas asumió su responsabilidad política y ha precisado que de ella "se han derivado importantísimas decisiones administrativas en las que participaba".

Según la fiscal Anticorrupción, la elección de los arquitectos para el velódromo "fue el paso inicial para la construcción de un macroproyecto en el que se invirtieron millones de presupuesto público", y ha recordado que un perito cifró su coste en unos 79 millones de euros.

Ha indicado que el primero de los contratos, con Ralph Schürmann, "desencadena toda la una serie de despropósitos que posteriormente han supuesto un quebranto de los principios básicos de la contratación administrativa".

Ha criticado la versión de Matas de que decidió construir el velódromo Palma Arena cuando el Ayuntamiento de Palma pidió ayuda ante la concesión del Mundial de Ciclismo en pista de 2007.

"¿Cómo no va a saber Matas que nos vamos a presentar al Mundial de Ciclismo cuando las partidas presupuestarias mayores las va a aportar el Govern?", ha cuestionado, y ha recordado que el velódromo figuraba en el programa electoral de 2003 y Matas fue elegido presidente con tiempo para haber tramitado su construcción de la forma correcta.

La fiscal ha detallado que la construcción se tramitó mediante el artificio de la Fundación Illesport y del Consorcio para la construcción del velódromo para eludir la fiscalización. Ha asegurado que todos los acuerdos de dichos organismos los tomó Matas y los ejecutó Ballester.

Sobre los contratos ha precisado que el de Schürman debería haber sido de servicios, y el posterior en el que los García Ruiz asumieron la obra tenía que ser mixto por la variedad de funciones contratadas, pero en ambos casos "deberían haberse acomodado a un procedimiento administrativo".

"No hubo expediente administrativo en ninguno de los contratos que concertaron, ni una mínima iniciación de un expediente", ha asegurado la fiscal, que ha detallado que como "no hay nada", no se pudo controlar el gasto, ni averiguar si el precio era ajustado a mercado y si el adjudicatario tenía capacidad de hacer lo contratado.