David Ferrer atendió la llamada de 'El Partido de las 12' en la noche de este martes (miércoles en Australia), antes de entrenarse para comenzar a preparar su partido de semifinales frente al serbio Novak Djokovic, al que definió como lo que es: "el número uno del mundo. En las últimas veces, superior a mí. Le veo muy bien de fondo, a ver si esta vez estoy cerca."Ferrer viene de un partido muy duro, en cuartos, contra Nico Almagro, un partido disputado "muy al límte. Un partido largo y tenso. Tuve la suerte de mantenerme concentrado y le hice dudar. En el tenis, la cabeza significa mucho."Con respecto a las posibilidades reales de ganar el Open, el español comentó que es de ir "paso a paso, rival a rival. Nunca pienso en cómo ganar el torneo, sino en el siguiente partido porque con esa ambición, al final, te sobrepasas."Pero, para sorpresa de todos, aceptó cumplir la promesa que le propuso 'El Partido de las 12', en caso de triunfo en Australia: entrar a cuatro patas en el hotel y grabarlo en vídeo para que podamos verlo. Aceptó con un rotundo "hecho".