En estos diez años “no hay nada negativo grave”, advierte el periodista José Apezarena autor del libro 'Felipe y Letizia. La conquista del trono'.  “Lo han pasado mal y a veces han sufrido por cosas que no tienen que ver con ellos. Nunca se hubieran imaginado que les pitaran por la calle. También han visto como la monarquía ha tenido una bajada en la valoración de la sociedad. Ahora somos más exigentes, se pide más trasnsparencia y más claridad. En este sentido están haciendo un enorme esfuerzo por acercarse a la gente”.Un cambio que en su opinión, se ha producido “por necesidad”. “El nuevo equipo de la Casa Real es mas dinámico, tiene iniciativas. Detrás está su jefe, Rafael Spottorno, que es un ejecutivo que afronta este trabajo con si se tratara de una empresa que tiene que sobreponerse, adelantase y que dar a conocer su imagen. Hace años la sensación es que iban a remolque y que ahora es de que van por delante”. No obstante para Apezarena aun les queda un largo camino que recorrer. “Hay más cosas que cambiar. No han acabado de asumir que toda la actividad de los miembros de la Familia Real es pública".¿Los perores momentos? “Para la princesa fue la muerte de su hermana Érika. Vimos imágenes de una Letizia destrozada que tuvo un gesto que todos apreciamos cuando se acercó a los periodistas para agradecer la preocupación por su hermana”.¿Los mejores? "Su hijas, las infantas Leonor y Sofía. Están dando muchas alegrías a la Familia Real. Gente que tiene acceso a la Zarzuela me ha dicho que no han visto niñas mejor educadas. La princesa las tiene un poquito firmes, pero eso es bueno”.¿El caso Urdangarín? “Es una catástrofe que les ha hecho mucho daño. Los príncipes han roto cualquier vinculación con los duques de Palma para visualizar que no tienen nada que ver con un asunto tan grave”.¿Cómo han cambiado desde su matrimonio? “Ella fue recibida exageradamente mal. Es una persona brillante, profesional y que quiere hacerlo bien. En cuanto al príncipe, en el mismo momento que anunció su compromiso ya parecía una persona diferente. Estaba feliz, contento, firme y seguro de sí mismo”.