Este fin de semana Durán i Lleida ha hecho saber que está barajando la posibilidad de romper con Convergencia e incluso de presentarse fuera de la coalición en las próximas elecciones autonómicas. El líder de Unió lleva mucho tiempo amagando con una decisión de este tipo pero esta vez parece que el desencadenante es la decisión que ha tomado la coalición de abstenerse en la votación de la ley de la abdicación. Durán debería materializar ya sus intenciones. La apuesta de CiU por la independencia la ha convertido en una formación que hace seguidismo de Esquerra. Es más que previsible la victoria de los republicanos en las próximas elecciones como han anticipado las europeas. Y es fácil predecir que la coalición que ahora lidera Mas se va a convertir en una cortesana del independentismo más radical. Es un buen momento para que Unió realice una aventura en solitario. Puede contar el apoyo de un sector de los catalanes que es catalanista pero que no ve con buenos ojos una independencia que le saque de la Unión Europea y que suponga el incumplimiento de la ley. Unió es un partido con una identidad clara, que si vuelve a lo que le ha caracterizado en los últimos 30 años puede aportar mucho a Cataluña y al conjunto de España.