El psicólogo Luis Muiño pone un ejemplo en La Mañana de COPE: "La película Mejor imposible, protagonizada por el escéntrico Jack Nicholson provocó que en el año de su estreno aumentaran los diagnósticos de trastorno compulsivo. Un 60% en EEUU y un 40 en Europa".
Y es que Muiño pone el acento en los tópicos que en las películas son buenos pero no así en la vida cotidiana. "Que te rapten es bueno o que un desconocido entre en tu habitación es una señal de romanticismo. El cine es nuestra educación sentimental y eso no es nada bueno".
¿Y qué pasa con los besos de películas? "Hay antropólogos que dicen que besarse en la boca los inventó el cine. No sabéis la cantidad de adolescentes que me cuentan en terapia que su mayor pánico es el primer beso".
Nuestro experto incide también en que el final feliz de las cintas es, en nuestra vida real, el principio de todo. "En las películas el amor entre los protagonistas consiste en superar una serie de dificultades pero en nuestra vida es justo al revés. La gente empieza feliz y luego se topa con los problemas". Como Javi Nieves asegura "nunca se hace la segunda parte de Cuatro bodas y un funeral".
Ni tú eres Richard Gere ni yo Julia Roberts