La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha explicado que ha visto al Papa Francisco "ocupado y preocupado por la inmensa tarea de conducir el Estado vaticano y el compromiso de cambiar las cosas que él sabe que tiene que cambiar". Aunque también, ha dicho, está “sereno, seguro y tranquilo, en paz".La presidenta argentina también relató otros detalles de su encuentro con Bergoglio, con quien no se veía desde 2010, como que el Pontífice le agradeció que hubiese aceptado venir a compartir la comida con él. "¡Cómo no iba a venir a almorzar con él!", ha destacado Fernández, quien ha dicho que le encantó este detalle, que caracteriza "la sencillez" de este Papa.Fernández de Kirchner, la primera mandataria que recibe Francisco, se ha reunido y almorzado con el Pontífice en la Casa de Santa Marta, donde se aloja aún el Papa mientras preparan sus habitaciones en el palacio pontificio.Con el Papa Francisco ha afrontado "un tema muy sentido para los argentinos y para esta presidencia", ha dicho Fernández al explicar que solicitó al pontífice "su intermediación para conseguir el diálogo en la cuestión de las Malvinas".Por su parte, Londres ha declarado que no espera que el papa argentino vaya a intervenir en el contencioso de las islas Malvinas y recordó que los malvinenses han reafirmado recientemente en un referéndum su deseo de ser británicos.Otros temas que han afrontado, ha explicado, ha sido la trata de personas y la esclavitud, asuntos que, “siente también mucho el Papa Francisco”, ha dicho.También ha aprovechado la ocasión para invitar a Jorge Mario Bergoglio a volver a Argentina, esta vez como Papa Francisco, y él le contestó que le gustaría y que se trabajará para poner fecha a tal viaje."Tiene una agenda ya repleta, pero obviamente desea visitar Argentina", ha explicado Cristina Fernández, quien ha agregado que el Papa le comentó "que lo consultará con sus colaboradores" y que "trabajarán para poner una fecha a este viaje".En cuanto al tradicional intercambio de obsequios, el Papa le ha regalado un volumen de las conclusiones de las reuniones de La Conferencia Episcopal Latinoamericana, Celam, "dónde había temas muy interesantes" para cualquier gobernante, ha sostenido Fernández Kirchner.Asimismo, el Papa le ha entregado una placa en los nombres de Fernández y de la antigua presidenta chilena, Michelle Bachelet, cuando ambas acudieron al Vaticano en 2009 para conmemorar el 25 aniversario del tratado de paz de Beagle, que puso término al contencioso en 1984, y un mosaico con la plaza de San Pedro.Pero lo que más ha agradecido la presidenta ha sido la "rosa blanca" que el papa le ha entregado "para que la guardara" y que representa a Santa Teresita, la santa preferida de Francisco a la que reza siempre.Por su parte, Fernández le ha regalado al Papa un juego de mate de una cooperativa de artesanos, "para que siga tomando siempre mate", y un poncho de vicuña "para que se cubra del frío europeo".