A comienzos del mes de enero de 2012 se dio a conocer la firma de un acuerdo entre las Maras que operan en El Salvador. Hace 24 horas han sido las Maras hondureñas las que se han comprometido a renunciar a la violencia en las calles y cárceles. Ambos acuerdos, aunque diferentes, son una magnífica noticia para Centroamérica.En el caso hondureño las Maras le han pedido al Gobierno del Presidente Lobo oportunidades de empleo, programas de rehabilitación y apoyo gubernamental. La organización de empresarios hondureños, comprometidos también en el éxito de este proceso, se ha sumado al acuerdo con el propósito de cooperar mediante programas de formación y creación de empleo. También la Organización de Estados Americanos ha estado presente en la negociación de este acuerdo y su firma. Pero si ha habido una institución comprometida con el cese de la violencia y la reconciliación con la sociedad hondureña, ésta ha sido la Iglesia Católica. El Obispo auxiliar de San Pedro Sula, una de las ciudades más violentas del mundo, fue testigo de la firma del acuerdo anunciado desde los dos penales de la citada ciudad.Como ha expresado Monseñor Emiliani, las Maras también están hartas de tanta muerte por lo que la sociedad hondureña debe aprovechar esta oportunidad, confiar en el proceso, cuidarlo y evitar, especialmente desde los medios de comunicación, situaciones o escenarios que puedan comprometer este importante camino hacia la reconciliación y la paz en Honduras.