Las escuchas telefónicas masivas e indiscriminadas, lejos de practicarse sólo en EEUU; son de uso común en muchos países, incluidos los ejemplarmente democráticos.“Es una filosofía que se mantiene inalterable desde hace más de 60 años, la obligación de los estados de utilizar los medios a su alcance para controlar todo aquello que pueda constituir un peligro para la seguridad nacional. Incluso se han hecho pactos entre naciones para preservar esa seguridad” declara a la CADENA COPE el Coronel Juan Alberto Perote, ex responsable de los comandos operativos del CESID.“La defensa de un país que se encomienda, normalmente a las Fuerzas Armadas, incluye no solo defender el territorio y las fronteras. Incluye defender también los espacios y en ese sentido lo que circula en el espacio, que son las comunicaciones” continúa. “De hecho, la guerra electrónica es una de las actividades principales que tiene el Arma de Ingenieros del Ejército y está preparado y además se esfuerza en controlar ese espacio”, explica.Sobre la inversión en tecnología de última generación en materia de espionaje y lo absurdo de no utilizarla, Juan Alberto Perote asegura que “Lo que realmente sería es suicida, porque en los momentos actuales, el enemigo no esta localizado en una zona, no está detrás de una línea. Los enemigos, tal y como lo estamos sufriendo, están entre nosotros. Hay que extremar el control de todas estas personas que lo mismo que organizan un ataque, podrían organizar un ejército. Las consecuencias las hemos visto en EEUU con las torres y en España también tenemos esa experiencia y Tenemos la obligación de defendernos de eso”.A la duda de si las comunicaciones de cualquier ciudadano corriente pueden estar siendo espiadas, el que fuera responsable de los comandos operativos del CESID responde que sí porque “En un momento determinado se tiene que interceptar un espectro y en ese espectro, circulan millones de comunicaciones. Se captan esas comunicaciones y en ellas entra todo el mundo. Otra cosa es que cuando se haga uso solo de lo que es interesante”.Cuando él tenía responsabilidades en el CESID, no había tantos ordenadores, ni teléfonos móviles, ni redes sociales o sistemas de mensajería electrónica. A la pregunta de si hubiera dado la orden de interceptar todos esos medios, responde de manera contundente: “Hubiéramos tenido la obligación de hacerlo para controlar la seguridad nacional, sin ninguna duda. Es más, cuando un país no tiene esa capacidad, recurre a otro para que le ayude. Eso es habitual”.“El control de las comunicaciones – prosigue - forma parte de lo que es la guerra electrónica y en esa guerra hay que controlar las comunicaciones. No tiene vuelta de hoja. Hay que hacerlo. Otra cosa es emplearlo de manera equivocada”.Para justificar las escuchas indiscriminadas en EEUU, Obama se escuda en que tenía una orden judicial secreta. Preguntamos si aquí las escuchas se hacen siempre con mandato judicial y el Coronel Perote responde: “Cuando la escucha se dirige hacia un interlocutor concreto, es imprescindible tener la autorización judicial. Cuando forman parte de un plan general de control del espectro y la guerra electrónica, no, porque no se está escuchando a nadie en particular, se está haciendo labor preventiva”.“En todo caso, continúa diciendo, los servicios de inteligencia siempre están bordeando lo que es la línea de la legalidad y en ese sentido, a veces, es imprescindible realizar una escucha mientras se realizan los trámites para legalizar la escucha y los tiempos se solapan”.El Coronel Perote está convencido de que “En EEUU se seguirán haciendo escuchas masivas sin ninguna duda”. “Los norteamericanos, añade, tienen claro que la Agencia de Seguridad Nacional esta creada para eso. Es más, allí si no sale una conversación concreta, de una persona determinada, que no tenga nada que ver, no rueda, desde luego, ni una sola cabeza por ese tema”