La agricultura ha sido uno de los sectores más castigados en el último mes en lo que a desempleo se refiere. La mitad de los 2688 parados más  que ha dejado febrero pertenecen al sector primario, lo que viene a demostrar que también hay un mercado laboral particularmente castigado por la situación, además de por las circunstancias, que en el campo, y en Córdoba, en concreto han dependido de la mala campaña del olivar, una campaña que ha tenido una duración menor y por tanto ha contado con una reducción de jornales. Y unos datos que, desde que existe comparativa, no se producen desde el año 2005. Cada comienzo de mes es  para echarse a temblar, no se puede negar. No caben las declaraciones políticas que en un sentido o en otro, reparan sobre el desempleo, la crisis y el túnel en el que seguimos. Porque todas esas declaraciones, críticas o peticiones de paciencia vienen cargadas con la tinta de la responsabilidad que unos y otros tienen por hacernos llegar hasta aquí. Y por no ser capaces de olvidar la política de ventas en que se han convertido los partidos hoy en día. Cada primero de mes, además de echarnos a temblar, es oportuno pedir un gran pacto, responsable y lejos de los intereses creados,  por todos los agentes sociales y los empleados públicos – los políticos- que dicen representarnos en las muchas administraciones de un país en estado crítico. Como una vez más los datos y la realidad demuestran.