Gracias a esta aplicación controlaba en tiempo real la posición del terminal telefónico, así como las llamadas y mensajes que recibía y enviaba su propietaria. “Estas personas entienden que tienen el derecho de saber lo que hace la otra persona, se sienten víctimas” explica en experto en seguridad en redes, Chema Alonso que reconoce haber recibido numerosas propuestas para instalar aplicaciones de este tipo. “Están dispuestos a pagarte lo que haga falta”, explica.
Precisamente en el caso sucedido en Burgos, las sospechas comenzaron cuando la mujer se dio cuenta de que labatería de su teléfono duraba poco tiempo. “Es uno de los indicadores”, responde Alonso. “Se puede saber exactamente la posición GPS, la lista de llamadas o capturar a tiempo real las fotos que se hace desde ese móvil”.
Además de la rápidez de consumo de batería también nos puede alertar el consumo anormal de datos. “Todos los teléfonos móviles tienen un apartado que te dice cuántos datos has consumido. Así que si ves que existe un alto consumo significa que alguien está enviado datos desde tu terminal a Internet sin que lo sepas”, advierte el experto.
Por el momento, el hombre en cuestión ha sido acusado de ser el autor de un delito de descubrimiento y revelación de secretos y un delito contra la intimidad.
Al parecer, hace unos días, el ahora detenido pidió el móvil a su pareja bajo el pretexto de que se lo iba a actualizar.
El teléfono móvil del detenido ha sido intervenido para su estudio por parte de personal del Equipo de Investigación Tecnológica de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos.
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