Djukic vuelve a sonreír. El entrenador del Valencia se mantiene en el cargo después de que se sopesara su destitución el pasado jueves, en el caso de perder contra el Sevilla este domingo. Sin embargo, la victoria por 3-1 le permite al equipo guardar la tranquilidad y no tomar decisiones drásticas."Todo el valencianismo ha sufrido", reconocía Djukic en la sintonía de Tiempo de Juego, al término del partido. "Pero hemos pasado por un punto de inflexión con el que el equipo ha reaccionado", juzgaba el entrenador.Djukic cree que la clave del cambio "ha sido el mensaje del club, que nos ha reforzado a todos. El presidente nos ha dicho: 'vosotros sois los que tenéis que sacar adelante al Valencia, tenéis que estar orgullosos de este equipo, no va a haber cambios, pero el valencianismo no puede quedar manchado'. Entonces, el equipo ha quedado liberado, se ha quitado el peso de encima, y el resultado no ha podido ser otro que la victoria."El técnico alaba la calidad del equipo y mantiene que "podemos ser un equipo muy importante" esta temporada, al tiempo que cree que "existe mucho margen de mejora. Con la actitud y la intensidad creo que podemos ser un equipo que haga cosas muy bien."En cuanto a su puesto como entrenador, recordó en el partido contra el Espanyol en el que Rafa Benítez sonaba como despedido al descanso y la situación se acabó remontando. Habla con tranquilidad, pero sabiendo su trabajo debe seguir adelante: "Cada día, como entrenador, tengo que ganarme la confianza de todo el mundo. Para mí, lo más importante es el mensaje de unidad que ha salido del club. El día que se empiece a dudar que el trabajo de un entrenador no sea bueno, lo mejor será destituir."