El objetivo es pedir “al Señor de la mies” que suscite vocaciones, y el primer paso, como aconseja el Papa Francisco a los que se plantean cómo estar al servicio del Reino de Dios, es “escuchar y seguir a Jesús”. La respuesta pone su mirada en grandes ideales: “Id siempre más allá, hacia las cosas grandes. Poned en juego vuestra vida pro los grandes ideales”. Este es el tono que el Papa Francisco indica en mensaje para esta jornada: “A vosotros, obispos, sacerdotes, religiosos, comunidades y familias cristianas, os podo que orientéis la pastoral vocacional en esta dirección, acompañando a los jóvenes por itinerarios de santidad que, al ser personales, exigen una auténtica pedagogía de la santidad capaz de adaptarse a los ritmos de cada persona”. Como claves concretas en el descubrimiento de la vocación, Francisco suma a la escucha y seguimiento de Jesús la participación “con confianza en una camino comunitario”: “La vocación es un fruto que se hace servicio mutuo en el contexto de una auténtica vida eclesial”. Al margen de la pluralidad de caminos, la respuesta a la llamada de Dios tanto en la vida conyugal, como en la formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, “requiere siempre –advierte el Papa- un éxodo de sí mismos para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio”.