Destaca las palabras de su hermano, en las que aseguraba que no se podía negar, ante la posibilidad de ser el sucesor de San Pedro. Agradece el cariño y el respeto con que la han tratado los medios de comunicación a toda su familia. Además recuerda la emoción que sintieron todos en la familia al ver por televisión que Jorge Mario era elegido Santo Padre. “Francisco sigue siendo Jorge y eso me hacía sentir bien”.

Son días “completamente distintos y las emociones han llegado a su punto máximo”, asegura. “Por fin pude hablar con él. Fue una llamada cargada de muchas emociones. No me salía otra cosa que preguntarle como estaba. Me tranquilizaba y me decía que estaba bien. Me dijo: Esto se dio así y no me podía negar. Fue muy emotivo. Imagino que en algún momento tendremos una charla mas tranquila. Yo quería abrazarlo. Aunque no estemos juntos físicamente, lo estamos espiritualmente”.

María Elena reconoce que “jamás” comento con su hermano la posibilidad de que pudiera ser elegido Santo Padre. “Hace un rato escuchaba el testimonio del Rector del Arzobispado de Buenos Aires. Contaba que cuando le despidió entes de partir para Roma, hacia chistes y le decía que se llevara todo porque no iba a volver”. El Papa Francisco, cuenta su hermana “le decía que no se embromara con esas cosas”. Además “tenía en su agenda actividades para su vuelta. Ni él ni nosotros pensábamos que pudiera llegar a ser Papa”.

La tarde en que su hermano fue elegido Papa, cuenta Maria Elena que estaban viendo la televisión “con absoluta tranquilidad”. “Yo tenía la ilusión de que fuera un Papa de fuera del continente europeo”.

María Elena ha querido agradecer el “respeto y cariño” con que le ha tratado la prensa. "No he tenido demasiado tiempo ni siquiera de encontrarme conmigo misma".

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