Pero la estafa no quedaba ahí. En ocasiones, los ahora detenidos (también británicos) se hacían pasar por abogados, les decían que estaban ayudando a personas que habían sido estafadas por viviendas compartidas y que estaban recopilando denuncias para hacer una reclamación ante el juzgado. Y una tercera estafa, decían a las víctimas que habían ganado el juicio para cobrarles, por ejemplo, tasas judiciales. Entre los detenidos, efectivamente, están los principales responsables de la banda. Los investigadores se han incautado o han bloqueado efectivos y propiedades por valor de casi un millón de euros.