Esta semana ha entrado en vigor la LOMCE. La nueva Educación Primaria ya está aquí, más adelante llegarán los cambios en la Educación Secundaria. Estos últimos son los más definitivos. El principal problema educativo que tiene España es que la ESO se convierte en el final del período de formación para muchos jóvenes. Hay pocos alumnos en Bachillerato y en la FP de Grado Medio. Por eso es tan importante  cómo se aplica la reforma educativa. El cambio ha sido poco ambicioso en su contenido pero todavía es importante concretar cuestiones decisivas. Hay que ver cómo se articula la Formación Profesional Básica con la nueva Enseña Secundaria y conseguir que la FP de Grado Medio y el Bachillerato tengan el mismo atractivo social y profesional.A menudo el debate educativo en nuestro país es demasiado ideológico y no mira de frente las necesidades reales de la gente. Y los resultados son desastrosos. Los datos de Eurostat reflejan que España está a la cola en los índices de movilidad social. Eso significa que la igualdad de oportunidades, por la que tanto se ha luchado, no es real en nuestro país. Paradójicamente nuestro sistema educativo, inspirado en valores socialdemócratas, aumenta la desigualdad e impide la movilidad.