Un grupo de médicos de Hospital de Valdecilla, Santander, estudiará los daños cerebrales a los soldados estadounidenses que han estado expuestos a la explosión de bombas en las guerras de Irak o Afganistán. El doctor Benedicto Crespo-Facorro, responsable de la Unidad de Neuroimagen de este hospital, ha explicado en La Tarde que “la investigación pretende evidenciar la posibilidad de que existieran alteraciones en la sustancia blanca, el cableado cerebral, en soldados expuestos a explosión y que en su regreso a EE.UU. tenían alteraciones de memoria o del comportamiento”.