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Críticas de los estrenos de cine del 21 y el 23 de mayo

Análisis de los estrenos de cine de esta semana: Jerónimo José Martín comenta “Grace de Mónaco”, “Viva la libertà”, “Madre e hijo”, “A 20 pasos de la fama”, “Donald Rumsfeld, certezas desconocidas”, “Las tres vidas de Pedro Burruezo”, “Redención”, “Big Bad Wolves”, “Dom Hemingway” y “Welcome to New York”.

Grace de Mónaco

Grace de Mónaco

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Tiempo de lectura: 12'Actualizado 09 may 2017

GRACE DE MÓNACO (Grace of Monaco) *** (6,5)

FICHA TÉCNICA.- Director: Olivier Dahan. Intérpretes: Nicole Kidman, Tim Roth, Frank Langella, Paz Vega, Milo Ventimiglia, Derek Jacobi, Parker Posey, Geraldine Somerville, Robert Lindsay, Roger Ashton-Griffiths, Flora Nicholson, Jeanne Balibar. Guion: Arash Amel. Francia. 2014. Drama. 103 min. Jóvenes.

Este nuevo biopic parcial del francés Olivier Dahan (“La vida en rosa”) ha inaugurado con polémica y malas críticas el Festival de Cannes 2014. Por un lado, los Grimaldi —la familia real monegasca— han denunciado sus “referencias históricas erróneas y literarias dudosas”, que les obligan a un “cuestionamiento global del guión y de los personajes”. Por otra parte, la mayor parte de la crítica ha arremetido contra la película por considerarla académica, superficial, teatral y fría. Ciertamente, algo de todo eso sufre “Grace de Mónaco”, que quizás también sea despedazada por los historiadores. En cualquier caso, parece exagerado tanto exabrupto.

La acción se inicia en 1956, cuando la gran estrella de Hollywood Grace Kelly (Nicole Kidman), con 33 años de edad y en el cénit de su carrera, finaliza el rodaje de “Alta sociedad”, de Charles Walters, y contrae matrimonio con el Príncipe Rainiero III de Mónaco (Tim Roth), renunciando así a ser actriz. Seis años más tarde, en 1962, el famoso cineasta inglés Alfred Hitchcock (Roger Ashton-Griffiths) ofrece a Grace la oportunidad de volver a lo grande como protagonista de su película “Marnie, la ladrona”. Rainiero la deja decidir libremente, pero a la corte y al pueblo monegasco no le cae bien que Su Alteza Serenísima la Princesa Gracia de Mónaco retorne a los sets de rodaje. Además, en ese momento, el poderoso presidente francés Charles de Gaulle (André Penvern) amenaza con anexionarse Mónaco si el Principado no cambia su ventajosa política fiscal. Tras pedir consejo a su director espiritual, el Padre Francis Tucker (Frank Langella), Grace deberá tomar varias decisiones dolorosas.

Desde luego, “Grace de Mónaco” no tiene la potencia dramática de “La vida en rosa”, la semblanza de cantante francesa Édith Piaf, que Olivier Dahan rodó en 2007. Y, por supuesto, carece de los efectismos visuales —muy criticados en su momento— de obras anteriores del director francés, como “Érase una vez...” o “Ríos de color púrpura: Los Ángeles del Apocalipsis”. Pero, seguramente, gustará al gran público y a la crítica más ponderada, pues su envoltura externa—ambientación, fotografía, vestuario, música…— es brillante, y el conflicto existencial que describe está bastante bien desarrollado, al estilo más clásico de las propias películas de Grace Kelly. Además, la subtrama de intriga tiene cierta entidad, y todos los actores dan la talla, sobre todo Nicole Kidman, que aguanta hasta los enfáticos y artificiosos primerísimos planos de Dahan. También cabe elogiar al veterano Frank Langella, cuya sobria caracterización del histórico Padre Francis Tucker sube varios enteros el nivel dramático y ético de la película, pues subraya las convicciones católicas de Grace Kelly y sitúa en sus justos términos su sentido de responsabilidad respecto a su marido, sus hijos y su país. J. J. M.



VIVA LA LIBERTÁ *** (6)

FICHA TÉCNICA.- Director: Roberto Andò. Intérpretes: Toni Servillo, Valerio Mastandrea, Valeria Bruni Tedeschi, Michela Cescon, Anna Bonaiuto, Eric Nguyen, Judith Davis, Andrea Renzi. Guion: Roberto Andò y Angelo Pasquini. Italia. 2013. Tragicomedia. Jóvenes-adultos.

Italia con un Gobierno conservador. Enrico Oliveri (Toni Servillo), Secretario General del principal partido izquierdista de la oposición, está perdiendo el apoyo popular a marchas forzadas. Así que un día, tras ser duramente criticado en un mitin, abandona sus compromisos y responsabilidades, y se esconde en Francia, en casa de su vieja amiga y amante Danielle (Valeria Bruni Tedeschi), una actriz ahora casada con el famoso director de cine Mung (Eric Nguyen). El sufrido ayudante del político, Andrea Bottini (Valerio Mastandrea), justifica su ausencia como puede, hasta que finalmente decide sustituir a Enrico por su hermano gemelo, Giovanni Ernani (Toni Servillo), un extravagante filósofo bipolar, recién salido del psiquiátrico. Una auténtica locura que se torna en acierto cuando el electorado se deslumbra con el renovado candidato, ahora divertido, sincero, lúcido, inconformista, irónico y crítico con todos, también con su propio partido.

En esta singular farsa política, el siciliano Roberto Andò (“Diario senza date”, “El manuscrito del principe”, “Sotto falso Nome”, “Viaggio segreto”) adapta su propia novela con la ayuda de Angelo Pasquini. Su trabajo fue galardonado con el Premio David Di Donatello 2013 al mejor guion, que se unió al recibido, con toda justicia, por Valerio Mastrandea como mejor actor secundario. Él encarna al personaje sin duda más humano de esta tragicomedia de enredo, donde Toni Servillo vuelve a demostrar su amplitud de recursos en su doble caracterización, aunque con resultados menos rotundos que los que logró en “La gran belleza”. La culpa de esto la tienen los acentos excesivamente literarios, discursivos o gruesos del guion, que restan autenticidad a algunas situaciones gruesas de la subtrama política —ese grotesco tango con la canciller alemana…—, fuerzan en exceso las dos subtramas románticas —también en sus leves concesiones eróticas— y desactivan la pretendida intensidad emocional del ambiguo desenlace, bastante decepcionante. Película interesante, pues, sobre todo por sus críticas a la clase política europea, pero mucho más irregular y superficial de lo que han dicho muchos. J. J. M.



MADRE E HIJO (Pozitia Copilului / Child’s Pose) *** (7)

FICHA TÉCNICA.- Director: Calin Peter Netzer. Intérpretes: Luminita Gheorghiu, Bogdan Dumitrache, Florin Zamfirescu, Natasa Raab, Ilinca Goia. Guion: Razvan Radulescu y Calin Peter Netzer. Rumania. 2013. Drama. Adultos.

Rumania, en la actualidad. Una fría noche de marzo, el perdido Barbu (Bogdan Dumitrache), de 32 años, atropella involuntariamente a un niño en bicicleta, que muere pocas horas después del accidente. Barbu conducía bastante por encima del límite de velocidad, de modo que seguramente le espera una pena de entre tres y quince años de prisión. Pero su madre Cornelia (Luminita Gheorghiu) intenta salvar a su hijo por todos los medios, legales o no. Para ello, esta aguerrida arquitecta sexagenaria, casada con un mediocre alto funcionario, activa todos los resortes que le permite su pertenencia a la nueva clase dominante rumana.

Oso de Oro y Premio Fipresci a la mejor película en el Festival de Berlín 2013, y ganador de ocho importantes premios Gopo —los Goya rumanos—, este melodrama de Calin Peter Netzer (“Maria”, “Medalia de Onofre”) confirma la buena forma del cine rumano en la última década. Aquí destaca especialmente la sensacional interpretación de la veterana Luminita Gheorghiu, que echa sobre sus hombros la veracidad del duelo entre la madre dominadora y el hijo frágil, también muy bien encarnado por Bogdan Dumitrache. Por su parte, la hiperrealista puesta en escena prima el drama familiar sobre la intriga judicial o la denuncia política, lo que facilita su conexión con el espectador. Una conexión que además se refuerza con la nada complaciente perspectiva ética que adopta el filme, muy crítica con la corrupción política y social en los países ex comunistas, y elogiosa de la toma de conciencia, aunque resulte dolorosa.

A veces, la acción se dilata en exceso, la tragedia se extrema demasiado, la constante cámara en mano agota, los diálogos groseros irritan y el ritmo se torna plúmbeo. Pero, en general, las virtudes de este filme se imponen a sus defectos, hasta decantar en un desenlace memorable. J. J. M.



A 20 PASOS DE LA FAMA (Twenty Feet from Stardom) **** (8)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Morgan Neville. Intervienen: Darlene Love, Merry Clayton, Lisa Fischer, Judith Hill, Mabel John, Claudia Lennear, Táta Vega, The Waters Family, Lou Adler, Stevvi Alexander, Patti Austin, Chris Botti, Sheryl Crow, Mick Jagger, Bette Midler, Sting, Bruce Springsteen, Stevie Wonder. EE.UU. 2013. Documental. 91 min. Jóvenes.

Este nuevo documental sobre música del especialista californiano Morgan Neville (“Johnny Cash’s America”, “Search and Destroy: Iggy & The Stooges’ Raw Power”, “Troubadours”) ganó el Oscar y el Independent Spirit Award 2013 en su categoría. Desarrolla un emotivo y profundo homenaje a las coristas —la mayoría, afroamericanas— que, desde el anonimato, a veinte pasos de la fama, han acompañado durante años a los grandes solistas, como Mick Jagger (The Rolling Stones), Bruce Springsteen, Sting, Stevie Wonder, Sheryl Crow o Bette Midler. Estas grandes estrellas —aquí más humanas que nunca— reconocen su admiración por sus coristas, al tiempo que cuentan jugosas anécdotas sobre sus aportaciones a sus propios estilos musicales y, en general, al gospel, el blues, el soul, el pop y el rock. Por su parte, las coristas recuerdan sus inicios —muchas de ellas, en los coros de sus iglesias cristianas—, sus éxitos, crisis y dramas, y sus intentos de convertirse en solistas, a menudo fallidos, pero otros exitosos, como el de Sheryl Crow —que empezó como corista de Michael Jackson— o el de Darlene Love, que finalmente entró en el Salón de la Fama del Rock.

Neville hilvana magistralmente esas jugosas declaraciones de solistas y coristas, y las ilustra con valiosas filmaciones de archivo, incluidas numerosas actuaciones memorables de estas secundarias, aquí convertidas en estrellas. De este modo, consigue que tengan entidad sus críticas a la industria discográfica —por ejemplo, al mítico productor estadounidense Phil Spector—, sus elogios a tantos apasionados por la música y sus reivindicaciones para que se reconozcan las aportaciones artísticas de estas grandes desconocidas, también en lo referente al enriquecimiento espiritual de los modernos estilos de música popular. En fin, un espléndido documental, imprescindible para los aficionados a la música y al buen cine, y que avanza por la línea de renovación del género que abrió “Searching for Sugar Man”, del recientemente fallecido Malik Bendjelloul. J. J. M.




DONALD RUMSFELD, CERTEZAS DESCONOCIDAS (The Unknown Known: The Life and Times of Donald Rumsfeld) *** (7)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Errol Morris. Intervienen: Donald Rumsfeld, Errol Morris, Kenn Medeiros. Música: Danny Elfman. EE.UU. 2013. Documental. 103 min. Jóvenes.

Tras una dilatada carrera como documentalista, el estadounidense Errol Morris (“Gates of Heaven”, “The Thin Blue Line”, “Fast, Cheap & Out of Control”, “Mr. Death: The Rise and Fall of Fred A. Leuchter, Jr.”) ganó el Oscar 2003 y otros muchos premios en esa categoría con su filme “Rumores de guerra”, abigarrada semblanza de Robert McNamara, Secretario de Defensa en los gobiernos de John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson, y más tarde presidente del Banco Mundial. En ese documental, Morris ilustraba su larga entrevista a McNamara con valiosas imágenes de archivo y una sugerente banda sonora de su compatriota Philip Glass. Ahora, ha repetido estrictamente la misma fórmula en “Donald Rumsfeld, certezas desconocidas”, pero esta vez con el octogenario ex Secretario de Defensa de Gerald Ford y George W. Bush como objeto de disección, y con el prestigioso Danny Elfman como autor de la música.

Donald Rumsfeld responde con decisión y serenidad a todas y cada una de las preguntas que le lanza Morris, algunas de ellas con evidente mala uva. De hecho, el propio entrevistador se sorprende de la abierta y dialogante actitud del político. La mayoría de esas preguntas parten de alguno de los miles de memorandos —más de 20.000 sólo como Secretario de Defensa— que el propio Rumsfeld ha redactado y publicado a lo largo de su dilatadísima carrera política, iniciada en 1963, cuando fue elegido congresista republicano por Illinois. Así, a través de esos “copos de nieve” —como él mismo llama a sus informes—, describe su experiencia como embajador de Estados Unidos ante la OTAN, su progresiva ascensión dentro de la Casa Blanca, su papel en el segundo atentado de 1975 contra Gerald Ford y sus personales versiones sobre los atentados del 11-S, las posteriores invasiones de Afganistán e Irak, el trato a lo prisioneros de Guantánamo, los escándalos por torturas y vejaciones de Abu Ghraib, sus dos dimisiones…

Por su tono directo y prosaico, nítido en sus elogios y en sus críticas, sin efectismos ni histrionismos relevantes, la mayoría de las declaraciones de Rumsfeld parecen veraces. En este sentido, si lo que cuenta es falso, Rumsfeld es desde luego un gran actor, pues incluso se emociona hasta las lágrimas cuando recuerda el caso de un soldado malherido, que se debatía entre la vida y la muerte. Sólo se le nota levemente ese tufillo maquiavélico de los políticos demasiado curtidos cuando se ríe con ironía, cuando recurre a sofisticados juegos de palabras —como el que da título a la película— o cuando Morris le pilla en un renuncio, que es en contadísimas ocasiones. En fin, un documental más interesante que brillante, necesariamente incompleto y parcial, pero que ofrece una perspectiva cualificada sobre los principales acontecimientos acaecidos en las últimas cinco décadas. J. J. M.



LAS TRES VIDAS DE PEDRO BURRUEZO —

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: José López Pérez. Intervienen: Pedro Burruezo, Jordi Turtós, Oti Rodríguez Marchante, Luis Troquel, Alberto Guijarro, Enric Pedascoll, La Morocha, Brigitte Vasallo, Ángeles Parra, Enric Urrutia, Albert Serra, Marta Millà. España. 2014. Documental. 89 min.

Escrito y dirigido por el español José López Pérez, este documental cuenta la historia del músico y artista Pedro Burruezo, cabecilla hace dos décadas del grupo de pop aflamencado Claustrofobia, y ahora líder de Bohemia Camerata. Además de esa faceta musical, el filme repasa las actividades ecologistas de Burruezo —que es redactor jefe de la revista “The Ecologist”—, así como su pensamiento, que él mismo sintetiza así: “Vivimos una época de caos total, crisis económica, política, moral y social. Debemos ir hacia un cambio de conciencia, dado que la situación actual nos lleva al desastre”.

Como su productora no ha enseñado esta película a la prensa especializada, no puedo señalar cómo decanta ese singular cóctel de creación musical, ecoactivismo y misticismo New Age. Por el tráiler, el resultado parece sugerente en sus preguntas, pero más bien difuso en sus respuestas, bien ilustradas, eso sí, con jugoso material de archivo sobre la época de Claustrofobia y con una generosa selección de actuaciones de Burruezo y Bohemia Camerata, rodadas expresamente para la película. Entre ellas se incluye la grabación en los estudios Koryland de Barcelona de la canción inédita “Las tres vidas de Burruezo”, incluida en su nuevo disco “Misticisssimus Coraliummm” (K-Industria). En cualquier caso, no creo que este filme genere pasiones encendidas, salvo entre los seguidores de su protagonista. J. J. M.



REDENCIÓN (Hummingbird) ** (5,5)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Steven Knight. Intérpretes: Jason Statham, Agata Buzek, Benedict Wong, Siobhan Hewlett, Jason Wong, Ian Pirie. Reino Unido. 2013. Thriller. 100 min. Adultos.


Joey Jones (Jason Statham) es un ex soldado de las Fuerzas Especiales británicas, atormentado por una traumática acción de guerra en Afganistán. Tras escaparse del hospital en el que estaba, vive como un vagabundo por los submundos marginales y criminales de Londres. Hasta que conoce a la Hermana Cristina (Agata Buzek), una abnegada monja católica que dirige un modesto comedor para indigentes. Entonces, tras un golpe de suerte, Joey lucha contra sus adicciones, comienza a trabajar como matón de la mafia japonesa y se convierte en un singular “ángel vengador”, que roba a los malvados para dárselo a los pobres. Pero su afán de vengar el asesinato de una amiga pone a la policía tras sus pasos.

Después de una exitosa carrera televisiva y de escribir los guiones de películas como “Negocios ocultos”, “Amazing Grace” o “Promesas del Este”, el inglés Steven Knight debuta tras la cámara con “Redención”, singular thriller en el que intenta aunar las secuencias de acción y violencia más convencionales con cierta profundidad en la descripción de los conflictos dramáticos de los personajes. Su esfuerzo da como fruto una película interesante en sus reflexiones sobre la culpa y la caridad, bien interpretada por todos sus actores, con una densa y brillante planificación, y una espléndida fotografía de Chris Menges. Una película, por tanto, muy por encima de los sangrientos y tópicos desparrames que suele protagonizar el inglés Jason Statham.

Sin embargo, el conjunto se ve perjudicado por un tratamiento demasiado sórdido y explícito de la violencia y el sexo, así como por la cierta artificiosidad e incoherencia del personaje de la Hermana Cristina, cuyas dudas de fe están tan superficialmente perfiladas como su penoso romance con Joey, similar, por cierto, al descrito en “Ida”, la reciente película del polaco Pawel Pawlikowski. Una pena, pues Redención podría haber dado mucho más de sí. J. J. M.



BIG BAD WOLVES ** (4,5)

FICHA TÉCNICA.- Directores y guionistas: Aharon Keshales y Navot Papushado. Intérpretes: Lior Ashkenazi, Rotem Keinan, Tzahi Grad, Doval’e Glickman, Menashe Noy, Dvir Benedek. Israel. 2013. Thriller. 110 min. Adultos.

Una pequeña localidad de Israel se horroriza cuando aparecen los cadáveres decapitados de varias niñas que han sido secuestradas, violadas y brutalmente asesinadas. Estos espeluznantes hechos entrecruzan las vidas de tres hombres: Gidi (Tzahi Grad), el padre de la última víctima, sediento de venganza; el temperamental policía Micky (Lior Ashkenazi), que siempre opera más allá de los límites de la ley, y Dror (Rotem Keinan), un profesor de religión, principal sospechoso de los crímenes.

Con ecos del cuento clásico “Caperucita Roja”, y un planteamiento similar al de “Prisioneros”, de Denise Villaneuve, este sangriento thriller de venganza con toques de comedia negra fue calificado por Quentin Tarantino como la mejor película de 2013 y ganó los premios a mejor dirección y banda sonora (Haim Frank Ilfman) en el Festival de Sitges 2013. Inicialmente, su cóctel de sórdida intriga criminal, tragedia paternal y humor grotesco depara varias secuencias sugerentes, bien interpretadas y filmadas con un vigoroso estilo visual, que sus directores y guionistas, los israelíes Aharon Keshales y Navot Papushado, ya habían mostrado en “Kalevet” (“Rabies”), su primer largometraje, también de terror.

Sin embargo, conforme avanza el metraje y los personajes se encierran en un sótano, la sombra de “Reservoir Dogs” crece demasiado, se espesa con dispersos homenajes a los hermanos Coen —sobre todo a través de un solitario jinete árabe— y se extrema en unas reiterativas secuencias de torturas muy desagradables, donde ya el humor más que negro resulta patológico. El plano final confirma la potencia narrativa y formal de Keshales y Papushado, pero no salva este cuento demasiado macabro y gamberro. J. J. M.



DOM HEMINGWAY * (3,5)

FICHA TÉCNICA.- Director y guionista: Richard Shepard. Intérpretes: Jude Law, Richard E. Grant, Demián Bichir, Emilia Clarke, Kerry Condon, Jumayn Hunter, Madalina Ghenea, Nathan Stewart-Jarrett. Reino Unido. 2013. Thriller tragicómico. 93 min. Adultos.

Dom Hemingway (Jude Law) es un hábil y arrogante ladrón de cajas fuertes, un tipo listo pero bastante perturbado, que rebosa energía. Tras doce años en prisión, retorna a las calles de Londres con su compinche Dickie (Richard E. Grant), dispuesto a cobrar el dinero que le deben por mantener la boca cerrada y no delatar a su jefe, Mr. Fontaine (Demián Bichir). Además, intenta recuperar el contacto con su hija (Emilia Clarke), a la que no ve desde que era una niña. Pero su mala vida pondrá de nuevo a Dom en situaciones de alto riesgo.

Un histriónico Jude Law es el protagonista absoluto de este thriller tragicómico, narrativamente caótico y visualmente histérico, plagado de obscenidades y palabrotas desde el segundo uno, y que sólo ofrece una situación con cierta entidad dramática: el brevísimo encuentro de Dom con su hija. Ha dirigido tal despropósito el neoyorquino Richard Shepard (“La sombra del cazador”, “Matador”), que se limita a hilvanar peleas violentísimas con sórdidos desmelenes de sexo, drogas y alcohol, sólo rotos por vacías peroratas pseudofilosóficas, supuestamente graciosas, pero en realidad patéticas. En fin, otra indigesta imitación de los estilos del inglés Guy Ritchie y del estadounidense Quentin Tarantino. J. J. M.

WELCOME TO NEW YORK * (3)

FICHA TÉCNICA.- Director: Abel Ferrara. Intérpretes: Gérard Depardieu, Jacqueline Bisset, Drena De Niro, Amy Ferguson, Paul Calderon, Paul Hipp, Ronald Guttman, Maria Di Angelis. Guion: Abel Ferrara y Christ Zois. EE.UU. 2014. Drama. 100 min. Adultos.

El señor Devereaux (Gérard Depardieu) es un hombre poderoso, que maneja miles de millones de dólares cada día y decide el destino económico de muchos países. Sin embargo, es incapaz de controlar su frenética obsesión sexual, que le lleva a acosar a cualquier mujer que se acerque a él. Su caída se iniciará en un hotel de Nueva York, cuando una limpiadora afroamericana (Nneoma Nkuku) le denuncia a la policía por violación.

Inspirada en el escándalo que protagonizó en 2011 Dominique Strauss-Kahn —el ex-presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI)—, esta desagradable película confirma la decadencia artística del neoyorquino Abel Ferrara (“El rey de Nueva York”, “El teniente corrupto”). Sin una clara estructura narrativa y con un incómodo tono neutro, muy expositivo y poco valorativo, Ferrara se limita a pasar de un larguísimo planteamiento casi pornográfico a un desolador desenlace, sin que los personajes evolucionen lo más mínimo y sin que la hiperrealista puesta en escena depare sorpresa alguna. De nada sirven los esfuerzos de Gérard Depardieu y Jacqueline Bisset para arrancar un aliento de humanidad a sus muertos personajes. Así que parece lógico que esta olvidable película se haya estrenado sólo en vídeo bajo demanda (VOD). J. J. M.


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