La rápida contestación del Ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, a las pesimistas previsiones del Fondo Monetario Internacional sobre la marcha de la economía española tiene fundamento. El Fondo Monetario Internacional no siempre acierta. Y en este caso la  previsión del Fondo es las más negativa de cuantas manejan los organismos públicos y privados. Según los datos recopilados por Funcas, la media de los economistas prevé un crecimiento del 0,7% para el año próximo.Nuestros desequilibrios en el plano fiscal y exterior se están corrigiendo con rapidez. El buen comportamiento de las exportaciones es un indicador de que las cosas están cambiando. En los años de crisis España ha ganado en competitividad, sobre todo, vía salarios. Eso no significa de ningún modo que haya que rechazar algunas de las recomendaciones del FMI que nos pide una nueva reforma laboral. La regulación del mercado laboral española sigue teniendo problemas. No se ha superado la dualidad. Y es necesario tomar medidas de choque para reducir la tasa de paro de los jóvenes y de los parados de larga duración. Otra cosa diferente es que la solución sea un aumento de impuestos que a estas alturas sofocaría la posible recuperación.