Las partes han convenido el mantenimiento de al menos una reunión semanal al objeto de acelerar el proceso de deliberación y cerrar el convenio lo antes posible. Se han intercambiado las respectivas propuestas de negociación que las partes deberán analizar en los próximos días.   ASCER ha manifestado a los representantes de los trabajadores, como desafortunadamente viene haciendo en los últimos años, que la situación del sector es delicada, tal y como puede comprobarse en los distintos estudios estadísticos oficiales, alguno de ellos muy recogido en la prensa local y nacional, de los últimos meses, como son el aumento de los costes energéticos, la caída de las exportaciones (menos un 14% en el mes de agosto), el cierre ordenado de hornos por la atonía del mercado internacional, especialmente el europeo por la situación recesiva que se vive en gran parte de los mercados tradicionalmente importadores de nuestros productos, y en definitiva la no reacción del mercado nacional que es el auténtico sostén del sector y de su empleo.   ASCER ha insistido que no está nada claro que la situación de modera crecimiento que parecía atisbarse en los primeros meses del año vaya a consolidarse, al contrario será imprescindible mantener la situación de ajuste para garantizar la competitividad de la industria y la constante mejora de la productividad de las empresas y empleados y cuadros de las mismas. El mercado nacional e internacional está siendo cada vez más difícil y complejo, lo que ha influido en la reducción del número de industrias, de los márgenes y precios y en definitiva de la actividad de hace años.   En consonancia con la situación, ASCER ha planteado una modificación estructural del convenio colectivo que prepare al sector para el futuro. Especialmente hay que destacar una fuerte moderación salarial, incluso congelación en aquellas empresas con retribuciones superiores a las del convenio, para fomentar la competitividad entre ellas. La introducción de medidas de flexibilidad de la jornada, tales como el aumento de las horas anuales de trabajo, la fijación de las vacaciones en un máximo de 23 días laborales, etc. Además se plantea la supresión de conceptos improductivos, como la antigüedad (aunque manteniendo personalmente la cantidad actual). Mayores facilidades a la contratación de ETT?s, como vía de facilitación de la contratación temporal. Análisis de los costes derivados del crédito sindical. La reducción de la ultractividad del convenio de sector a un año, etc.   ASCER es consciente de que su propuesta es compleja y difícil de consensuar pero entiende que es imprescindible hacerlo para seguir defendiendo entre todos, empresas, sindicatos y trabajadores, el futuro de la industria y de su empleo. Los países con los que compite el sector, no solo los emergentes, cada vez producen más, mejor y más barato, y hay que darles respuesta no solo con la innovación y el diseño como se está haciendo, sino además con constantes mejoras de la productividad.