El conductor que arrolló este sábado mortalmente a un agente de la Policía Local de Carballo (A Coruña) pasa este domingo a disposición judicial acusado de un delito de homicidio por imprudencia grave.

El conductor, que atropelló al policía cuando éste realizaba un control de alcoholemia, superaba la tasa de alcohol permitida, arrojando unas concentraciones de 0,91 y 0,94 miligramos por litro de aire espirado en las pruebas que se le realizaron.

El suceso se produjo a las 05:30 horas de la madrugada del sábado a la salida de Carballo, en un tramo con velocidad limitada a 50 km/h de la carretera AC-413 que comunica la citada localidad con Ordes.

El vehículo del acusado arrolló y arrastró varios metros al agente, que tenía 50 años y era natural del municipio coruñés de Cerceda.

Tras el atropello, el policía fue trasladado con urgencia a un centro sanitario de la villa, pero murió debido a las graves heridas sufridas.

Fuentes de la Guardia Civil han indicado a Efe que el conductor acusado dio positivo en las pruebas de alcoholemia a las que fue sometido tras el accidente, y negativo en la de detección de drogas.

Las mismas fuentes han precisado que el conductor era reincidente y "ya había tenido problemas por conducir bajo los efectos del alcohol".