La ambulancia no llegaba. Tardó unos 45 minutos porque fue el día del accidente del avión de Spanair. Eduardo llegó muy mal al hospital de La Paz. La cabeza estaba hinchada y los médicos le bajaron la temperatura en una bañera, le tuvieron que inducir el coma. Dos días después, Eduardo despertó por si mismo, pero con daños cerebrales. No veía, no hablaba, sus padres y familia estaban con él, pero no podía verlos. "Al principio reconocía a mis familiares por la colonia. La vista la fui recuperando poco a poco. Estuve un mes en la UCI y cuatro en el hospital. Allí hice terapia con psicólogos y empecé con algo de rehabilitación". Sus padres y hermanos le apoyaron muchísimo. Cuando la vista mejoró pudo retomar los estudios de Publicidad y Relaciones Públicas "Me permitieron hacer exámenes orales, y pude terminar la carrera. Ahora estudio un máster de Protocolo en la Universidad Rey Juan Carlos. Los médicos le han permitido volver a jugar al fútbol "mi meta es participar con la selección española en los Juegos Paralímpicos de Brasil en 2016. En La Paz me llaman "el chico milagro".