No es la primera vez que un caso de complejidad clínica de una mujer embarazada se convierte en causa mediática a favor del aborto, con una estrategia en la que parece que todo vale. La situación de la joven salvadoreña Beatriz, a la que el Tribunal Constitucional de su país ha negado la posibilidad de abortar por causa de la enfermedad de “lupus” que padece, se ha convertido en motivo de una campaña a favor del aborto libre también en España. Recordemos que El Salvador es una de las cinco naciones de América Latina en las que la práctica del aborto es ilegal, y que en España estamos asistiendo a un debate demagógico alentado por la izquierda, con motivo de la propuesta del gobierno de la reforma de la ley de aborto libre de Zapatero.La campaña se basa en una descarada estrategia emotivista que camufla y esconde los datos reales. Destacados médicos han subrayado que este embarazo no pone en peligro la vida de la madre, aunque sí obliga a extremar los cuidados médicos, tal como ha establecido la Comisión médica asesora del Constitucional salvadoreño. De hecho numerosas mujeres que padecen lupus han dado a luz felizmente. Tampoco la enfermedad del hijo, que padece una grave minusvalía, obliga a acabar con su vida tal y como se está repitiendo de forma cruel anticientífica.En lugar de afirmar el bien de la vida de todos, madre e hijo, y de sumar recursos médicos, sociales y morales para acompañarlos en este trance, algunos prefieren usar la zozobra de una joven para amasar sus campañas.