La designación por parte del presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, del exministro de Agricultura español, Miguel Arias Cañete, para la cartera europea de Energía y Acción Climática, es una buena noticia para nuestro país y para los intereses nacionales dentro del consorcio de las decisiones europeas, aunque haya que lamentar que no haya sido designado Vicepresidente de la Comisión. La trayectoria de Arias Cañete en Europa, y también en el Gobierno de España, ofrecía suficientes argumentos para que tuviera una presencia destacada en el nuevo Ejecutivo comunitario. A la espera de que el Parlamento Europeo refrende esta designación, la apuesta para que España tenga un representante en un sector estratégico para el futuro de Europa es un buen síntoma del peso futuro de España.En este momento la cartera de Energía es particularmente estratégica en Europa. No sólo por la relaciones con los países extracomunitarios que son fuente de energía, sino porque para este mandato se han definido los objetivos en materia medioambiental hasta 2030. Unos objetivos que afectan a la reducción del coste de la producción de energía, al desarrollo de energías renovables y alternativas, y a la regulación de la competitividad de una industria que tiene un peso muy significativo en el conjunto del Producto Interior de cada nación. La presencia de un español en un sector tan estratégico debe servir para que el horizonte europeo esté más presente en la agenda de prioridades de España.