Los tres novilleros que actuaron este lunes en Las Ventas salían de la plaza con claro gesto de contrariedad, pero aún más en el caso de Román, que entró a última hora por la vía de la sustitución y no pudo reafirmar la buena imagen de su primera tarde: "No me explico qué me ha pasado, pero no he estado a la altura"."Me voy bastante fastidiado, la verdad, porque al igual que mi primero ha sido un novillo imposible y peligroso, con el cuarto me he bloqueado y se me ha ido. No puedo permitirme estos errores a dos semanas de la alternativa", confesó a Efe un autocrítico Román.Gonzalo Caballero, ataviado con un sorprendente capote de paseo con el escudo del Atlético de Madrid, se marchaba entre aplausos pero, igualmente, apenado por no haber podido refrendar en Madrid, su tierra "el buen momento" que demostró en Sevilla."Venía con mucha confianza en mí por lo bien que había estado en la Feria de Abril, pero no ha podido ser. El principio de faena a mi primero ha sido muy sentido; la pena que el novillo no haya transmitido más, y el otro ha sido un morucho. Esto es así y hay que mirar para adelante, y ya pensar en la próxima", reconoció.Posada de Maravillas hacía su segundo paseíllo de San Isidro y, como en su primero, se fue con una mano delante y otra detrás, y el motivo de tan aciaga actuación: "la falta de entrega de los novillos"."Mi primero ha tenido buen son pero se ha apagado pronto, y el último no tenía nada. Por mi parte he puesto toda la carne en el asador, pues la disposición muchas veces también cuenta, y también soy consciente de que aún tengo que pulir muchas cosas para llegar a lo que quiero. Otra vez será", afirmó el joven extremeño.