La semana que viene Rajoy viaja a Bruselas para preparar el Consejo Europeo de Junio. Parece que en este caso el presidente del Gobierno va a contar con el apoyo del PSOE. Es un paso importante. En realidad el Gobierno y el PSOE mantienen una posición semejante, de fondo, sobre cómo Europa debe favorecer  en este momento el crecimiento. Coinciden en la necesidad de superar la obsesión por la austeridad, en el relajamiento de los objetivos de déficit y en reclamar del BCE facilidades para que las PYMES puedan obtener crédito. Esta semana se ha certificado una importante victoria del Gobierno ante Bruselas. Tal y como se esperaba, la Comisión ha concedido 2 años más a España para reducir el déficit al 3 por ciento. Pero por delante hay ahora mucha tarea porque Bruselas exige cambios en el calendario de la reforma de las pensiones, más reforma laboral y subida de impuestos. Si la oposición estuviese dispuesta a apoyar al Gobierno en la negociación de esos cambios y en su puesta en marcha, habríamos adelantado mucho. Esperemos que la voluntad de acuerdo no sea mera táctica.En cualquier caso al Gobierno y a la oposición les viene bien un pacto. También a la sociedad española. En los últimos meses el descrédito de los partidos mayoritarios ha crecido y eso es peligroso. Y que aparecieran juntos, haciendo pedagogía, les permitiría generar más confianza.