Como ya había adelantado el presidente del Gobierno, el dato de paro registrado de mayo es un muy buen dato. El pasado mes se registró la mayor creación de empleo desde julio de 2005. La Seguridad Social ha ganado casi 200.000 cotizantes. La tendencia es clara. Hemos dejado atrás la destrucción de empleo y ahora se crea empleo a un ritmo anual del 1,6 por ciento. La tarifa plana de 50 euros para la cotización de los autónomos, aprobada en el pasado mes de septiembre, ha ayudado a que este sector crezca más que el de los asalariados. Hay muchos signos positivos: se ha producido la mayor creación de empresas desde que comenzara la crisis, hay una fuerte caída del gasto en prestación por desempleo. Estamos ante un hecho inédito: hasta el momento sólo había creación de empleo cuando la tasa de crecimiento era del 2 por ciento. Ahora nos está bastando solo un 0,4 por ciento. Eso no siempre será así. Muchas empresas están recuperándose de la drástica descapitalización laboral que habían sufrido. Por eso y porque tenemos todavía muchos parados no se puede ser triunfalista. Hay todavía mucho que hacer con las políticas activas de empleo y con la dualidad de los contratos. A medio plazo hay que seguir mejorando el sistema educativo, fortalecer a las PYMES para que ganen tamaño, incrementar la productividad con conocimiento. Las buenas noticias que estamos teniendo en los últimos meses deben ser un acicate para seguir con las necesarias reformas.