Mientras los ojos de medio mundo seguían puestos en París y en la marcha republicana que congregó a millones de personas, Nigeria sufría el peor atentado terrorista de su historia. La despiadada banda terrorista Boko Haram asesinó el fin de semana pasado a miles de personas en un solo día. La ciudad de Baga fue literalmente arrasada mientras el Ejército nigeriano se mostraba incapaz de defender las vidas de sus ciudadanos. Pocas horas después de este brutal acto se conoció la noticia de un nuevo atentado en el que Boko Haram había usado a niñas como bombas humanas.La perversión de este grupo terrorista no conoce límites y Nigeria necesita ayuda urgente para luchar contra el terrorismo. Lo ha solicitado el Presidente del Gobierno y lo ha pedido también el Presidente de la Conferencia Episcopal Nigeriana. Se trata de impedir que Boko Haram siga extendiendo su área de influencia y evitar que se erija en contrapoder dentro de un Estado en el que no existían conflictos religiosos. De hecho el terror que Boko Haram practica, alcanza a todos, cristianos y musulmanes que no se pliegan a su locura.África es un botín sobre el que terrorismo yihadista se ha lanzado con voracidad. Si el Gobierno nigeriano no usa toda su fuerza para imponerse y si la Comunidad Internacional no ayuda a Nigeria, este país se convertirá en un bastión del terrorismo que más pronto que tarde irradiará a sus vecinos de Camerún, Níger y Chad. Y las víctimas se contarán por millares.