El Barcelona ganó este domingo por vigésima vez en su historia la Copa del Rey de hockey sobre patines, al vencer al defensor del título, el Vic, por 4-1, en un partido que, como ocurrió en toda la fase final, el equipo azulgrana dominó por completo.
El conjunto que dirige Ricard Muñoz estuvo casi perfecto en la fase final. Marcó 18 goles y sólo encajó dos en tres partidos, y, pese a que tuvo un sinfín de ocasiones en la final, con un juego fácil y resolutivo, tres de los cuatro tantos que marcó fueron a bola parada.
Uno de Álvarez de falta directa fue suficiente en el primer tiempo para los azulgranas, y, cuando mejor lo tenía el Vic para responder, desaprovechó dos faltas directas en un momento clave del partido, mientras que Panadero, con un lanzamiento exterior, firmó el 2-0 y empezó a quedar claro quién sería el campeón.
Tras otro tanto de Álvarez de falta directa, el Vic pareció despertar con una diana de penalti de Cristian, pero fue un espejismo, pues Ordóñez sentenció el duelo a dos minutos de la conclusión.