Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, considera que no tiene sentido alguno no dar más agua, cuando la presa, diseñada en un principio para acumular 20 hectómetros cúbicos de agua, cuenta finalmente con una capacidad de 30 hectómetros. “A más agua, más superficie para riegos”, insiste. En las alegaciones presentadas por ASAJA a la CHG se insistía, además, en que si se disminuye la dotación actualmente aprobada de 1.750 metros cúbicos por hectárea a 1.000 metros cúbicos, también se podría incrementar la superficie regable a 6.000 hectáreas. “Es algo que la CHG puede hacer desde mañana”, explica Valero, quien recuerda que hay estudios que indican que con 1.000 metros cúbicos es suficiente. “Si hay más agua y, además, se puede bajar la dotación, debería haber unas 12.000 hectáreas regables, y no las 3.500 aprobadas ahora”, apunta el gerente y portavoz. “No entendemos por qué se hace esto o qué fines o intereses ocultos persigue la Confederación al dejar que el agua baje en el río”, matiza. ASAJA-Jaén hace hincapié en que el incremento de agua debe de quedarse en la Sierra de Segura, a la que históricamente le “ha robado” su recurso más importante como es el agua con embalses como el Tranco, con capacidad para almacenar 500 hectómetros cúbicos y el Guadalmena, con 347 hectómetros cúbicos. “La Sierra de Segura ha sido históricamente solidaria con su agua, por lo que no es de recibo que le roben también la del charquito de Siles que tanta falta le hace”, apunta Valero. La organización anuncia que ya ha comenzado a reunirse con colectivos de regantes para fijar un calendario de movilizaciones, así como una manifestación frente a la puerta de la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para hacer visible esta justa e histórica reivindicación del agua para la Sierra de Segura.