El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha encontrado este sábado en la inauguración de la remodelación de las Reales Atarazanas de Barcelona, sede del Museo Marítimo, el mejor escenario para ilustrar sus metáforas marinas alusivas al proceso soberanista y ha vuelto a advertir que "habrá gente en esta singladura que hará todo lo posible para que este barco no siga su rumbo". El presidente catalán ha apelado al espíritu "amante de las leyes, del diálogo y del consenso" de los comerciantes barceloneses que impulsaron la construcción de las Reales Atarazanas en la Edad Media, para "vencer todas las dificultades". Mas ha recordado que durante tres siglos Barcelona y Cataluña ejercieron el liderazgo en el Mediterráneo, una capitalidad, ha asegurado, que la comunidad catalana y su capital han recuperado actualmente. "Aquí se construían barcos y muy cerca de aquí, los barcos zarpaban, pues si hacemos un poco de metáfora, ahora zarpan muchos barcos cada día, pero hay también un país, Cataluña, que, poco o mucho, está zarpando", ha dicho Mas. "Y está zarpando con la voluntad de hacer una nueva singladura, que, como vemos, no será nada fácil, habrá obstáculos de toda clase, habrá vientos delante muy fuertes, y olas muy altas, incluso olas embravecidas, habrá gente en esta singladura que hará todo lo posible para que este barco no siga su rumbo", ha advertido. "Pero si el país tiene conciencia que este rumbo se tiene que seguir y que esta singladura se tiene que hacer, la haremos", ha sentenciado.