La política argentina se está poniendo interesante, especialmente desde que la oposición no peronista parece decidida a superar personalismos estériles a favor de un proyecto político unitario. El acuerdo suscrito pocos días después de la muerte del fiscal Nissman entre Mauricio Macri, alcalde de Buenos Aires, y Elisa Carrió, mujer fuerte de la oposición, supuso un cambio significativo al que también se ha sumado el radicalismo. Este acuerdo busca hacer posible a través de las urnas la superación del kichnerismo a través de políticos que no procedan ni del oficialismo, ni del peronismo reconvertido.Hasta el momento este acuerdo se mantiene fuerte y las primarias en la ciudad de Buenos Aires parecen ratificarlo. Macri ha salido fortalecido, lo que le confirma como candidato presidencial. Y aunque dentro de la coalición opositora compiten dos candidatos, no parece que esto vaya a comprometer la unidad necesaria.Los comicios de julio en la ciudad de Buenos Aires serán determinantes cara a las presidenciales de otoño. Si la oposición sigue firme en su estrategia cooperativa e integradora, si respeta fielmente el resultado de las primarias y se mantiene frente a los envites del oficialismo, los días del kichnerismo tocan a su fin.