Durante las obras de restauración de la iglesia de San Bartolomé, que la Diócesis acometió el año pasado y que aún continúan, los arqueólogos que supervisaban la ejecución de estos trabajos identificaron una potente estructura muraria que, si bien su cara Este estaba a la vista al comienzo de las obras, hasta aquel momento no contaba con una perspectiva amplia. A tenor del examen preliminar realizado, el muro sigue una orientación norte-sur, imbricándose en ángulo de 90 grados con la cabecera de la iglesia por su capilla Sur. Con el objetivo de determinar el origen exacto de estos restos y de tenerlo como referencia para futuras actuaciones en la zona, el Ayuntamiento ha contratado un estudio arqueológico. Una intervención que será llevada a cabo por los mismos arquitectos que supervisaron los trabajos de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Sergio Larrauri y Silvia Losantos. El concejal de Desarrollo Urbano ha recordado cómo, tras el derribo de la Casa de los Jesuitas y la recuperación de la cabecera y la base de la torre de San Bartolomé, el Ayuntamiento tiene previsto acondicionar el resto del solar, en una actuación que se integrará en el ámbito del Plan de la Villanueva que se está redactando en estos momentos.