Hoy se clausura oficialmente la decimo octava edición de “Las Edades del Hombre”, que coincidiendo con el Año de la Fe, ha tenido como significativo título “Credo”, y como sede a la localidad abulense de Arévalo. Se cumplen ahora veinticinco años desde que la Iglesia en Castilla y León pusiera en marcha este proyecto, cuyo objetivo es poner en valor el patrimonio artístico de las diócesis castellanoleonesas en orden a la evangelización, para que el peregrino, o el simple turista, pueda alzar la mirada y contemplar cuánta verdad, bondad y belleza se refleja en las obras expuestas. La Iglesia es depositaria de ese enorme tesoro. Frente a las voces que, a menudo hacen demagogia sobre el patrimonio de la Iglesia, las “Edades del Hombre” se han convertido en este cuarto de siglo en un ejemplo espléndido de cómo la Iglesia sabe poner su palabra y su obra al servicio de todos, generando riqueza en la sociedad, no sólo desde el punto de vista económico. “Las Edades del Hombre” seguirán recorriendo su particular camino el próximo año en Aranda de Duero y en 2015, en Ávila, en una edición especial con motivo del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa. La puerta de la fe se nos sigue abriendo, en este caso por medio del patrimonio artístico, y es una gran noticia, porque el conocimiento de nuestras raíces es imprescindible para saber mirar al futuro con esperanza.