La intervención del Presidente de la Conferencia Episcopal esta mañana en el Foro Nueva Economía, ha centrado la misión de la Iglesia en el seno de una sociedad en profunda crisis. El Cardenal Rouco ha ejercido tres cualidades que le caracterizan: ser un fino analista del presente, profundidad en sus argumentos y el liderazgo espiritual que ejerce en su ministerio como pastor de la Iglesia en Madrid. A partir de su intervención inicial sobre la vigencia y aportación positiva de los Acuerdos entre la Iglesia y el Estado, no ha obviado referirse a ningún tema actualidad.La Iglesia, como consecuencia de su misión clarificada por el Concilio Vaticano II, trabaja por la salvaguarda de la trascendencia y de la dignidad del ser humano en todas las circunstancias. Por eso su principal aportación e este momento de crisis es educar las conciencias e invitar y acompañar a la conversión. Preguntado sobre la anunciada reforma de la ley del aborto, el cardenal Rouco ha recordado que lo que está en juego es el derecho a la vida de muchos inocentes. Cuanto más pasa el tiempo sin que se reforme la ley, más se agudiza esta lacra.También ha recordado el servicio que presta históricamente la extensa red de las escuelas de la Iglesia, subrayando el mandato constitucional que consagra la libertad de enseñanza. Una libertad que se ve limitada por la estrechez ideológica de algunas administraciones autonómicas que ponen trabas a una oferta educativa ampliamente demandada por la sociedad española.